Nevermind es un juego que mezcla terror psicológico y resolución de puzles con un argumento bastante original, algo muy de agradecer dado la aparente proliferación de este tipo de juegos.
Nos pondremos en la piel de un Neuroprober, una especie de psicólogo del futuro que, a diferencia de los actuales, no se dedica a escuchar, tratando de meterse en la cabeza de sus pacientes para ayudarles, sino que es capaz de introducirse literalmente en su mente para conocer el problema de primera mano.
De esta manera, el juego consiste en introducirnos en la mente de varios clientes disponibles, todos ellos con grandes traumas sin tratar, recorrer su psique para encontrar las pistas claves de la razón que originó ese trauma, y ordenarlas para dar con la solución y que el paciente pueda asimilarlo y pasar página. Encontrar esas pistas no siempre será sencillo, y tendremos que resolver varios puzles y enfrentarnos a una mente nada contenta de que estemos cotilleando en su interior, que conforme avancemos se irá retorciendo cada vez más.
Gráficamente no es nada del otro mundo, pero cumple sin problemas. Los escenarios son originales y detallados, y los sucesivos cambios que sufren te van adentrando progresivamente en el ambiente atormentado de la mente del paciente. Efecto que se realza con una apropiada elección de la banda sonora que acompaña a tus emociones de manera muy acertada. Tanto las voces como los textos están en inglés, pero se pueden seguir sin problema gracias a los subtítulos en castellano.
En definitiva, Nevermind es un buen juego para aquellos a los que les guste jugar en tensión y devanarse los sesos pensando en cuál puede ser el siguiente paso sin que les preocupe sentirse angustiados por momentos al perderse en los laberintos de la mente.
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