Tan típico como el celebrar el fin de año es la promesa de la realización de nuevos propósitos para el año entrante, ¡Comenzaré a hacer ejercicio!, ¡Comenzaré un nuevo proyecto!, ¡Por fín aprenderé un nuevo Idioma!… En cada inicio de año se repite la historia, gimnasios con una avalancha de inscripciones, academias de idiomas que no paran de recibir peticiones de ingresos, y un largo etcétera de promesas que nos autorealizamos y tratamos de cumplir con mucha fe, pero con pocas probabilidades de éxito.
Desde la tienda Windows quieren darnos un aliciente para tratar de lograr [...]