Desde la aparición de Windows Phone 7, la plataforma móvil de Microsoft siempre fue criticada por las escasas opciones de personalización propias del sistema y por la imposibilidad de permitir a aplicaciones de terceros ayudarnos en esta tarea. Poco a poco esto se fue corrigiendo, con la llegada de Windows Phone 8.1 el sistema se abrió más, dando algunas posibilidades como la de permitir elegir un fondo para la pantalla de inicio y una mayor paleta de colores de énfasis; esto permitió la aparición de algunas aplicaciones que nos permitieron tener un dispositivo más a nuestro gusto.