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Como realizar una instalación limpia de Windows 10 (sin morir en el intento)

windows-10-captura-menu-inicio-desplegadoSin duda, Windows 10 trae muchos cambios en cuanto a actualización o instalación se refiere, de entrada, el sistema operativo entero se instala por Windows Update, algo que nunca había pasado. Aunque el método es muy sencillo, automático, y funciona bastante bien, siempre habrá gente que quiera empezar de cero con el, (recomiendo hacer una copia de seguridad antes), por lo que aquí os explicaremos las diferentes maneras que tenéis de hacerlo, aunque os aviso, a mi me ha funcionado bien en uno de los ordenadores que he pasado a Windows 10 (el resto por Windows Update), pero puede surgir algún problema.

Para empezar, como he dicho antes os recomiendo una copia de seguridad del sistema, ya sea en Windows 7 u 8.1, que en cualquiera de los dos lo podéis hacer manual (pasándo los archivos que queráis a un disco duro externo, USB o DVD) o con la herramienta que encontraréis en el Panel de Control dedicada a ello. Lo segundo, y aunque parezca ambiguo, es actualizar a Windows 10 a través de Windows Update, pero sólo en el segundo método, ya que en el primero no es necesario.

Método 1: En este no nos será necesario actualizar primero a Windows 10 para realizar la instalación limpia, si no que podremos hacerlo a través del sistema que tengamos antes de actualizar. Para ello necesitamos descargarnos la herramienta de Microsoft para actualizar o crear una ISO de Windows 10, Media Creation Tool. En esta elegimos la segunda opción (crear imagen para otro PC) y elegimos USB o DVD, lo que vayamos a usar. Una vez hecho este paso, hemos de escoger la versión, lenguaje y arquitectura del sistema que vamos a instalar. Es muy importante escoger correctamente las tres opciones, o no podremos instalarlo de forma correcta, puesto que no se activará. Una vez hecho, Windows 10 se descargará y se creará el arranque en lo que hagamos elegido. Después de que acabe este paso, cerramos el programa y ejecutamos el DVD o USB de arranque. Aquí podremos elegir entre tres opciones, mantener programas y archivos, solo archivos o no mantener nada. En nuestro caso, deberemos escoger la última, puesto que queremos hacer una instalación limpia. Una vez se ponga a instalar y acabe todo el proceso, ya tendremos nuestro Windows 10 instalado y completamente limpio. Hay que añadir, que en este paso se crea la carpeta Windows.old dentro del disco de arranque, aunque no nos debemos preocupar, puesto que la podemos eliminar con el limpiador de disco o se eliminara sola a los 30 días.

Método 2: Este método es más largo y pesado que el anterior, pero ideal para los más puritanos. Primero que todo, necesitamos actualizar vía Windows Update a Windows 10, por lo que deberemos instalar el nuevo sistema antes de hacer la instalación limpia. ¿Por qué hacer esto, os preguntaréis? Pues bien, Microsoft especifica en su página que una vez hecha la actualización a Windows 10, podremos hacer una instalación limpia al 100%, es decir, formatear el disco duro al completo e instalar Windows 10, una vez instalado, reconocerá la clave del sistema y se activará automáticamente. Sinceramente, no sé bien como funciona, pero funciona, o al menos a mi me ha funcionado. Como decía, lo primero es actualizar a Windows 10 desde Windows 7 u 8.1, una vez actualizados, repetimos el paso del método anterior, creando un medio de arranque con la imagen correcta de Windows 10 (recordad, han de coincidir idioma, versión y arquitectura). Una vez creada, reiniciamos el sistema para arrancar desde el USB y realizamos la instalación formateando el disco duro. Una vez instalado, pasaremos por los pasos de configuración y en caso de estar conectados a la red, instalará actualizaciones automáticamente. Este método es el más limpio, aunque al uso, no creo que haya diferencia con el anterior o incluido con la actualización a través de Windows Update. La parte mala de este método es la instalación de drivers, aunque en mi caso personal ha sido muy satisfactorio, puesto que en la página del modelo de PC que tengo la mayoría de drivers ya estaban disponibles para Windows 10, algo que demuestra la implicación de los fabricantes con la última versión del sistema.

Como podéis ver no son métodos muy difíciles de hacer, aunque el segundo requiere más tiempo y trabajo que el primero. Tanto el primero como el segundo hay que seguirlos por orden y con cautela para que no haya ningún error, y si no eres experto en el tema, mejor habla con alguien que te pueda ayudar o con nosotros en los comentarios o foro. Como experiencia personal, el segundo método no me ha sido complicado y no he tenido ningún error, aunque comparado con el de actualización por Windows Update que he realizado en otros PC’s, no he notado gran diferencia de rendimiento.

¡Comentadnos como ha sido vuestra actualización a Windows 10!

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