Hoy, finalmente Intel ha dado a conocer la que será la 8ª generación de procesadores Intel Core apodada con el nombre de Coffee Lake. Se espera que su lanzamiento se realice en la segunda mitad de 2017.
Una de las mejoras que se espera es que Coffee Lake mejore en un 15℅ el rendimiento respecto los actuales Kaby Lake (7ª generación) sin ello tener que saltar a una nueva arquitectura y por lo tanto manteniendo el proceso de fabricación en 14 nm. La otra diferencia de Coffee Lake respecto la actual generación es que se lanzará una nueva CPU de seis núcleos dentro de la familiar estándar de procesadores. Cabe recordar que hasta ahora, los procesadores con más cuatro núcleos estaban reservados exclusivamente para las líneas Xeon y Extreme Edition.
El hecho de que la octava generación sea la cuarta que mantiene el proceso de fabricación en 14 nm indica que algo está cambiando en el mundo de los procesadores y es que Intel no está “siendo capaz” de cumplir la Ley de Moore. Os recordamos que dicha ley dice que cada 2 años se doblarán el número de transistores reduciendo el tamaño del procesador. Los distintos problemas en los que se ha encontrado la empresa la han llevado a un punto que el propio Moore ya predijo, cambiar el modelo de lanzamientos del Tick-Tock basado en la Ley de Moore al Proceso-Arquitectura-Optimización. Éste extiende en tres años el tiempo que tiene que pasar antes de saltar a un nuevo proceso de fabricación.
Pero como vemos, incluso habiendo cambiado el modelo de lanzamientos, Intel no cumplirá con sus propios planes. Si todo ocurre como está previsto (y no cambiará de aquí a unos meses), la 8ª generación de Intel Core Coffee Lake será la cuarta generación basada en el proceso de fabricación de 14 nm introducido por primera vez con los procesadores Broadwell.
¿Qué piensas de la situación actual de los procesadores?, ¿Vale la pena cambiar de procesador cada generación?