Microsoft Edge es un buen navegador, cierto que puede achacarsele ciertas carencias, pero también que tiene rivales mucho más curtidos y con años de desarrollo a la espalda. Desde Redmond tratan por pasiva y por activa de convencer a los usuarios de que escojan Edge por delante de otros navegadores. Sin embargo estos esfuerzos se topan con lo reacios que son algunos usuarios a dejar de usar navegadores que ya le son familiares, y por otro lado con algunos problemas inherentes a un proyecto aún muy joven que desaniman a otros usuarios.
En su intento por asentar Edge han adoptado medidas como la incorporada en Windows 10 modo S, donde no te queda otra que usar Edge como navegador predeterminado. O la más reciente, un banner que algunos usuarios veían en el anillo rápido del programa Insider, que les desanimaba a instalar otros navegadores cuando trataban de hacerlo. No hace falta ser un genio para darse cuenta que este tipo de medidas no gustan a los usuarios, aunque no sea una táctica extraña en este terreno, ya que de una u otra forma todos los navegadores te incentivan a que les escojas como predeterminado.
Por supuesto al comenzar a ver estos banners las protestas no no se han hecho esperar, algo que deberían haber previsto en Microsoft, pareciendo que han surgido efecto pues en la nueva Build 17760 este banner ya no se muestra. Microsoft ya había afirmado que era solo un experimento y parece que los resultados les han convencido de desecharlo.
Ciertamente Edge es un navegador al que hay que darle una oportunidad y es licito que Microsoft trate de convencer a sus usuarios a usarlo, al igual que es perfectamente licito que sea una opción a decidir por el usuario y no tratar de imponerselo. Una fina linea entre la promoción y el terminar agobiando al usuario.