OneWindows
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La seguridad de los sistemas informáticos es, a día de hoy, la prioridad indiscutible. Incidentes como el acontecido con WannaCry, de gran repercusión mediática, y el reciente Petya, han puesto el foco de toda la sociedad en este acuciante problema. No es extraño, por tanto, que Microsoft ponga todos sus esfuerzos en que sus sistemas sean lo más seguros posibles, y desde la salida de Windows 10 este empeño ha sido evidente.
Ahora, con el anuncio de Microsoft de la evolución de Windows Defender Advanced Threat Protection (ATP) se marca un punto de inflexión. Concebido como un lugar donde centralizar una suite de herramientas integradas con el sistema, ya no sólo está preparado para detectar y reaccionar contra las amenazas, sino que es capaz de prevenirlas. Además, se incluye ahora en Windows Server para proteger a los usuarios en todas sus plataformas.
Enhanced Mitigation Experience Toolkit (EMET) permite a las empresas protegerse de amenazas de día cero y mucho más, y a partir de la actualización Fall Creators Update, quedará integrado en Windows con el nombre de Windows Defender Exploit Guard (WDAG), dificultando drásticamente que se exploten posibles vulnerabilidades y su propagación.
Todo esto, unido al uso de la inteligencia en la nube, big data y machine learning pondrán las cosas cada vez más difíciles a quienes buscan violar la seguridad de nuestros sistemas.
