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Con las Surface Microsoft se adentró a lo grande en el mundo de las Tablets, ofreciendo un diseño característico de alta calidad y unas prestaciones que hicieron que para muchos se convirtieran en un referente. Año tras año la compañía de Redmond ha ido lanzando nuevas versiones y modelos hasta llegar a la Surface Pro 8, dispositivo que hemos estado probando en las últimas semanas y que hoy analizamos para vosotros.
Diseño «Surface» en toda su gloria
El diseño Surface es uno de los más logrados y se ha convertido en un elemento distintivo de los productos de Microsoft, llegando al punto de que han pasado de ser usados en un solo productos, el Surface, ha convertirse en completo ser de equipos que van desde «móviles» hasta equipos para profesionales del diseño. Todo partió de la primera tablet Surface y a día de hoy sigue siendo donde mejor luce, al menos en opinión de quien escribe estas letras.
El Surface Pro 8 es de esos equipos que basta con tenerlos en la mano unos segundos para que te inunde la sensación de calidad y de estar ante un dispositivo Premium que hace honor al apellido «Pro». Con unas medidas de 287 mm × 208 mm × 9,3 mm y un peso que no llega a los 900 gramos, su cuerpo realizado en aluminio anodizado cuenta con el equilibrio perfecto entre resistencia y peso. Disponible en colores grafito y platino, en nuestro caso disponemos del segundo, siendo el más representativo de la gama Surface.
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