Si hay una actualización de Windows 10 de la que Microsoft quiere olvidarse, posiblemente sea la October 2018 Update. Desde su lanzamiento ha sido un quebradero de cabeza para los de Redmond y le ha traído un considerable número de quejas.
Tras su lanzamiento inicial no pasó mucho tiempo antes de que tuviesen que retirarla. El motivo era que no pocos usuarios vieron como dicha actualización hacia desaparecer sus archivos. Un fiasco en toda regla que al poco tiempo solucionaron, pero no sin antes causar un grave daño a la imagen del programa Insider. Al fin y al cabo se supone que este problema debería haberse detectado, pero por algún motivo pasó los filtros. El mal fario siguió acechando a esta actualización, con problemas con diversos drivers de Intel o Nvidia. Lo que no ayudo a la reputación de la misma y al contrario, consiguió que los usuarios fueran muy reticentes a actualizar.
Finalmente y tras este calvario, parece que Microsoft ya considera que la
October 2018 Update es aconsejable para su instalación, algo que ha anunciado calificándola como apta para una amplia implementación, incluyendo dispositivos empresariales.
Lo curioso de esto es que este anuncio se hace cuando ya estamos contando los días para ver llegar la Windows 10 April 2019 Update, por lo que es posible que quienes decidan actualizar a la versión 1809 apenas pasen unos días con ella antes de tener que volver a actualizar.