Y es que la trama, basada en hechos reales, no es apta para todos los públicos. La historia gira entorno a Renée, una chica de 16 años que en Marzo de 1938 se ve arrancada de su mundo para ser encerrada en un psiquiátrico debido a unos aparentes problemas mentales. Si bien la vida de Renée había sido complicada, desde ese momento irá en picado hasta alcanzar los límites de la locura.
No es para menos. Durante el transcurso de esta aventura psicológica, nos iremos sumergiendo en el ambiente de esta institución psiquiátrica de mediados del siglo 20 para descubrir los “tratamientos”, vejaciones y abusos sexuales a los que los internos eran sometidos.
El estudio italiano LKA, ha puesto un gran empeño en recrear con todo tipo de detalles el edificio (escenario protagonista), así como su entorno y la atmósfera mezcla de tensión, empatía y rechazo que nos acompañará sin remedio. Paredes ennegrecidas y desconchadas por el paso del tiempo, largos pasillos con habitaciones llenas de camas oxidadas, salas de exploración, todo está pensado para atraparnos, como si nosotros también estuviésemos encerrados. Sin embargo, aunque todo está muy cuidado, la calidad gráfica en general, al menos en la versión de Xbox One que hemos probado, no termina de convencernos, las texturas son mejorables y se alejan un poco de la intención de que todo parezca lo más realista posible. Además, en varias ocasiones el juego sufre de bajadas de framerate, no es condenatorio, pero sí remarcable.
En lo relativo al sonido, la banda sonora cumple a la perfección con su cometido de mantenernos en tensión, con melodías lánguidas y tristes, y el doblaje de Renée es de gran calidad, aunque eso sí, en inglés, y aunque todos los diálogos y textos están traducidos al castellano, deberás tener muy buena vista para poder leerlos, pues me ha parecido que las letras aparecen ridículamente pequeñas en pantalla, tanto es así que en varias ocasiones tuve que levantarme del sofá para acercarme al televisor.
El tema de la jugabilidad es complicado. Si decíamos al principio que no es una historia para todos los públicos, tampoco es un juego para todos los gustos, porque propiamente dicho, yo no lo definiría como un juego, sino más bien como una historia interactiva, donde vas descubriendo la dramática historia de Renée sin tener que hacer otra cosa salvo ir buscando la habitación correcta para despertar un nuevo recuerdo. Existe algún sencillo puzle, pero totalmente anecdótico, y existen elementos por descubrir para conseguir logros, pero ahí acaba todo en cuanto a su mecánica jugable se refiere, de hecho, en más de una ocasión me he visto pulsando botones en el mando para ver si había alguna opción para porder ir corriendo por ese pasillo que ya he recorrido tantas veces. Hay muchos recovecos por investigar y armarios que abrir, pero no esperes recibir demasiadas recompensas a tu afán explorador.
En resumen, The Town Of Light ha resultado ser una experiencia que me ha gustado vivir, por su atmósfera, y los sentimientos que te hace despertar, pero si decides embarcarte en ella, es mejor que sepas lo que vas a encontrar para no terminar decepcionado.
Si quieres disfrutar de esta trama basada en hechos reales puedes hacerlo con esta estupenda versión física que llega para Xbox One a las principales tiendas gracias a BadLand Games con un precio muy ajustado, tan solo 19,95€ en (GAME, Amazon) con envió en el mismo día.
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