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Los grandes cambios no visibles de Windows 10

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Windows 10 está a la vuelta de la esquina, mañana mismo es el pistoletazo de salida no sólo a una nueva versión del sistema operativo más famoso del mundo, si no a una nueva etapa, filosofía y momento histórico en la historia de Microsoft y Windows.

Windows 10 trae un cambio de filosofía, de manera de hacer, de trabajar, de crear y de pensar por parte de los chicos de Redmond, un antes y después en la larga historia de este sistema operativo y gigante tecnológico, en la que el primero se transforma en un software de servicio (SaaS), probablemente el más grande de la historia, y eso conlleva muchos cambios y riesgos, aunque es una apuesta muy potente: Un sistema completamente adaptable a cualquier dispositivo y cambio en el futuro.

Microsoft puede abarcar casi cualquier ámbito con Windows 10, no solo Xbox, HoloLens, PC, tablet y móviles, si no también la domótica, la robótica o el cada vez más comentado IoT (que iría de la mano con los dos ámbitos anteriores). En la domótica tiene una joya de la corona que puede hacerle avanzar y pegar un fuerte puñetazo contra sus rivales, Cortana, que vendrá integrada en casi cualquier escala en la que esté Windows 10, por lo que una smart home en la que su cerebro sea Windows 10 y su comunicador con el usuario sea Cortana no es una idea muy descabellada, y estoy seguro que es algo en lo que si no se está trabajando ya, poco tardarán.

Pero todo esto va más allá, Windows 10 (que probablemente en un futuro acabe simplemente como «Windows») es una apuesta a muy largo plazo, un sistema que cambia continuamente, que se adapta continuamente y que es compatible con (casi) todo. Como si del anillo de Sauron se tratara, Windows es el sistema para dominar a cualquier dispositivo, o al menos, esa es la idea de Microsoft. Prueba de ello es la disparidad de dispositivos en los que Windows 10 es capaz de trabajar, desde una consola de sobremesa a unas gafas holográficas, pasando por móviles y el PC de toda la vida.

Preview de Windows 10 para móvil y ARM

Esta adaptabilidad y posibilidad de cambiar a lo largo de su ciclo vital brinda la posibilidad a Microsoft de adelantarse o estar en el momento exacto de los grandes cambios del panorama tecnológico, algo que ha hecho sangrar a los de Redmond durante mucho tiempo (sobretodo con Windows Phone). La idea la comenzamos a ver cuando en Windows 8.1 y Windows Phone 8.1 las aplicaciones base como Música, Vídeo, Ahorro de batería, Podcasts o Calendario pasaban a actualizarse a través de la Tienda, algo que da agilidad y rapidez para responder ante los cambios. La idea, aunque buena, fue mal ejecutada, y ahora sufrimos aplicaciones lentas o incompletas, aunque actualizadas múltiples veces (¿alguien dijo Música?). A esta idea Microsoft le da un giro más, haciendo que casi todas las aplicaciones base del sistema sean actualizables a través de la tienda, pero con herramientas mucho mas poderosas que en la versión anterior y más compatibles, hasta el punto que parecen aplicaciones x86 de toda la vida. Esto permite que, por ejemplo, Microsoft Edge pueda estar constantemente actualizado a los últimos estándares de la web, con compatibilidades mucho mayores, más rapidez en la distribución de actualizaciones de seguridad y más agilidad en el cambio de versión, sin necesidad de que cada salto sea un gran cambio, como si pasaba con Internet Explorer. Pero esto no se queda en el nuevo navegador, se extiende a Música, Vídeo, Calendario, Correo, Aplicación Xbox, Aplicaciones de Office y hasta la propia Tienda, que es actualizable a través de la misma. Esto, sin duda, es algo que nunca hubiéramos imaginado antes, puesto que casi cualquier actualización necesitaba pasar por Windows Update primero o una nueva versión del SO, haciendo que la evolución del programa fuera lenta.

Aún así, en Microsoft no se quedaban contentos con dar un vuelco a su preciado Windows (que encima, de rebote, el cambio afecta al resto de software de la compañía) si no que también cambian la manera en la que conectan con el usuario, sobretodo con el menos experto o entendido en el tema, haciéndole que los procesos por los que va a pasar sean mucho más sencillos y no tan pesados o toscos como anteriormente. En cuanto al marketing, otro canal de comunicación, también vemos una apuesta mucho más agresiva por parte de los de Redmond, para empezar ofreciendo un Windows completo a usuarios de versiones anteriores de manera completamente gratuita y actualizable a cualquier versión superior durante la vida del dispositivo, continuando con una publicidad mucho mas sencilla pero agresiva y directa y acabando por lo más importante: Escuchar a tus seguidores. Microsoft ha escuchado, y no solo a sus fieles, también a aquellos detractores que querían usar Windows y siempre encontraban problemas, porque a todos nos interesa que este sea el mejor Windows de la historia.

windows 10 logo

Por último, y como detalle, quiero mencionar un artículo de Paul Thurrott que leí no hace mucho, en el que se mencionaba, precisamente, los cambios en la manera de trabajar de Microsoft con Windows 10 respecto a versiones anteriores del sistema. Estos cambios no son solo en la programación más pura o las opciones que puedan añadirle, si no en su relación con los que, después de Microsoft, más les interesa vender bien a Windows, es decir, a los OEM. En el artículo se ejemplifica como la relación OEM-Microsoft no sólo ha cambiado, si no que se ha estrechado, con colaboraciones mutuas como la de HP y los de Redmond con el HP Spectre x360, un ordenador bellísimo y perfectamente acabado, que, como no, esta pensado y diseñado 100% para Windows 10. Este cambio de relación ha permitido que los OEM preparen sus PC’s o tablets desde antes de las Technical Preview, es decir, que llevan trabajando juntos desde antes de octubre, por lo que un ordenador lanzado a principios de año con Windows 8.1, estará hecho con Windows 10 en mente, lo que permite que la actualización sea (aún mas) 100% segura. Esto también permite que los OEM puedan implicarse en la mejora y desarrollo del software y Microsoft en la del hardware. Y por último, un cambio que se menciona es el proceso de RTM a la disponibilidad general, en el que antes pasaban unos pocos meses y ahora pocas semanas, por lo que los «paquetes de actualización» están plenamente hechos por Microsoft, y no por los OEM como de costumbre, algo que permite que el software sea mucho más Windows, como los de Redmond quieren.

Sin duda, los cambios son gigantescos y bastantes, algo que nos hace feliz a todos y por primera vez en mucho tiempo, Microsoft tiene la atención de casi cualquier medio, ses tecnológico o no, no solo por su ambiciosa y potente apuesta, si no por una comunicación y venta de su producto mucho mas profunda, sencilla y directa.

Os invito a abrir la mente y imaginar el futuro de Windows 10, dónde podría llegar y que posibilidades podrían llegar con el mismo, sobretodo en entornos cada vez más tecnificados y futuristas.

Termino este articulo haciendo mención a la famosa frase de Satya Nadella sobre Windows: «We want to move from people needing Windows to choosing Windows and loving Windows. That’s our goal.»

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Sobre El Autor
Eric Herranz
Editor en OneTech y OneWindows. Escribo cosas, hago cosas, y me gustan la música y el cine. Y muchas otras cosas. Ah, y la tecnología, claro. Si no, ¿Qué haría aquí?